Cuando uno inicia una relación todo es emocionante y divertido, sólo piensas en aquella persona, la distancia te mata, quieres encontrarla aunque sea unos minutos, no tienes en la cabeza otra cosa que su voz y su sonrisa, conforme pasa el tiempo la intensidad disminuye, llegando a un punto en que la chispa termina, empiezas a ver aquellos defectos de los cuales antes no te habías percatado, algunas actitudes ya te parecen molestas, hay cosas que por más que intentas ya no las soportas, y hablas quejándote de todo lo que te irrita, empiezan las discusiones, los desencuentros y las peleas, a veces parece estar bien, en otras ocasiones no tanto, el distanciamientos aumenta, lo que antes de emocionaba ya no lo hace y todo se vuelve una rutina, el amor que sentías ya no es igual, ya no es exclusivo, ya no te vuelve loco, ese amor se transforma en cariño, cariño por la persona que ha estado a tu lado tantos años, que en ocasiones ya ni siquiera la admiras, únicamente le tienes cariño, es terrible, la rutina te tiene atado a esa persona, es el único vínculo que compartes, las actividades programas de todos los días, semana tras semana. A veces crees que todo esto puede terminar pues ya no te sientes contento, te fastidias continuamente y todo te incómoda, es entonces cuando conoces a otra persona que comparte tus intereses, te hacen reír de nuevo, ya no son sólo las discusiones de siempre, empiezas a verla, a compartir secretos, se vuelve tu mejor compañía, la admiración te hace sentirte importante y te agrada que el sentimiento sea mutuo, sonríes nuevamente, pero te das cuenta que tienes un compromiso con alguien que ha estado contigo tanto tiempo, que cuenta contigo para muchas cosas, que la rutina no puede cambiar, que qué es lo que diría la familia y los amigos que los han visto juntos y felices, que ya planearon que cuando se vayan a vivir juntos van a tener un perro y la casa será color azul, y es entonces que decides llevar una vida paralela, una vida oculta entre las sombras, mientras haya alguien más quien te haga reír, te haga gozar, te haga sentir bien, lo demás no importa.
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Esta es una historia que he escuchado en repetidas ocasiones, la he visto en varias parejas, que llevan 1, 3, 4, 7, 10 años juntos, yo prefiero la honestidad a la cobardía, es mejor la paz y la tranquilidad que obtendrás si decides soltar. No concuerdo con las ideas de las personas que han propuesto ser la segunda opción, eso me molesta demasiado, me molesta ver que la gente tiene miedo, mucho miedo y es por eso que prefiere conformarse y engañarse, lastimar a otros y vivir así hasta el fin de los tiempos por cobardía y comodidad.